Y entro en el “me adentro” vestido de chamana.
El que es mi puerta de umbral para entrar a mi hogar.
¿Cuánto tiempo más debo caminar entregada a propósitos que me alejan de él?
Mi vestido espejo me habla:
Tanto como tú quieras mientras te vayas preguntado ¿aún me sirve este propósito?
Si me sirve a mi sirve a alguien.
En el momento que estés sirviendo a alguien en la certeza de que para ti ya no hay sentido, deberás aceptar las consecuencias de tus acciones inoportunas, que te serán mostradas con total honestidad a través de los síntomas a gritos o susurros que tus cuerpos te entreguen en ese intento de mostrarte TU CAMINO.
Aceptando lo inaceptable ésa es la actitud de la vida incondicional entregada al que quiere mirar hacia otro lado.
Si miras hacia otro lado la vida también lo hace, siguiendo su curso, aceptando que de ese modo no se puede reconocer la mirada del alma.
Mirada que se reconoce al mirarte a los ojos de frente honestamente.
Como un espejo claro que muestra que como es adentro es afuera,
y como es arriba es abajo.
Hágase tu voluntad le digo al Cielo al mirar a otro lado inconsciente e inconscientemente.
El Cielo me responde: hágase la tuya del mismo modo.
Abandono de la vida en el Camino ¿Quién es responsable?
El espejo responde